Lifting facial y de cuello

El lifting facial (ritidectomía) es una intervención quirúrgica diseñada para tratar los signos visibles del envejecimiento, tensando la piel flácida, alisando los pliegues profundos y restaurando un contorno facial más juvenil. Esta intervención aborda problemas como la papada, la piel flácida del cuello y las líneas de marioneta, creando un aspecto renovado y natural. El cirujano recoloca los tejidos subyacentes, elimina el exceso de piel y puede combinar el lifting con injertos de grasa o liposucción del cuello para mejorar los resultados. La recuperación suele consistir en 1 ó 2 semanas de hinchazón y hematomas; la mayoría de los pacientes reanudan sus actividades sociales en 2 ó 3 semanas y los resultados completos son visibles al cabo de unos meses. Los candidatos ideales son los no fumadores sanos con expectativas realistas y un envejecimiento facial notable que ya no responde a los tratamientos no quirúrgicos. Elegir un cirujano plástico colegiado garantiza técnicas personalizadas para un rejuvenecimiento sutil y duradero.